Cuando revisas tus gastos mensualmente, es posible que notes una tendencia que anula tus esfuerzos por ahorrar. Regalos de último momento, cenas de celebración, viajes para las fiestas y actividades para niños son solo algunos ejemplos de gastos no planificados que pueden aparecer de repente y afectar significativamente tu presupuesto y capacidad de ahorrar.
Las cosas pueden costar más de lo que crees
¿Ese viaje espontáneo a la playa o esa divertida salida familiar siempre termina costando más de lo esperado? La gasolina, los boletos, las comidas y los souvenirs pueden aumentar los gastos rápidamente. Ese proyecto de ciencias que compartiste con tus niños, que necesitaba brillantina costosa, o ese juego de béisbol para el que obtuviste boletos con descuento, pero que acabaste gastando en bocadillos costosos; son estas cosas, estos pequeños momentos felices de la vida, que a menudo acaban con el presupuesto.
Cómo planificar mejor los próximos gastos
Es fácil hacer un presupuesto para los gastos regulares, como los pagos de la hipoteca o el alquiler, los pagos de vehículos y el seguro. Incluso las facturas fluctuantes, como la electricidad, pueden estimarse basado en estados de cuenta anteriores. Es todo lo demás lo que es más difícil poner en un "cubo" mensual organizado.
En lugar de tirarte el cabello intentando colocar todos los gastos en la categoría exacta de tu presupuesto, intenta hacer que las "cosas de la vida" formen parte de tu plan financiero con anticipación. Así es como funciona:
- Obtén un calendario en blanco, una agenda o usa tu calendario telefónico o aplicación de planificación.
- Haz una lista de todos los compromisos que ya has hecho fuera de tu rutina diaria. Incluye bodas, vacaciones, graduaciones, días festivos, etc.
- Vuelve y escribe todas las cosas comunes que sabes que surgirán: viajes al veterinario, registros de vehículos, cargos por deportes infantiles, etc. Quizás quieras usar los gastos del año pasado para asegurarte de no omitir nada. Aunque algo parezca insignificante, inclúyelo.
- Asigna una cantidad estimada en dólares a todo.
- Suma todo y divídelo por 12.
- Aparta esa cantidad cada mes en una cuenta de cheques o de ahorro por separado. Lo importante es conservarla donde no accedas a los fondos hasta que se necesiten.
Al planificar por adelantado, puedes disfrutar de vivir en el momento mientras ahorras para metas financieras importantes, como cancelar deudas, comprar una vivienda, aumentar tus ahorros o tomar las vacaciones de tus sueños.