Empieza con los conceptos básicos
Piensa en el año pasado e identifica las áreas financieras que administraste bien y las que fueron un desafío. Por ejemplo, ¿hubo un gasto en particular que creó tensión en tu presupuesto? ¿Han cambiado tus ingresos? ¿Cómo ha afectado la inflación tus gastos? Es importante identificar los cambios para que puedas hacer los ajustes adecuados.
Si tus ingresos y/o gastos han cambiado sustancialmente, quizás quieras considerar empezar tu presupuesto de nuevo. Si aún no tienes un presupuesto, puedes usar esta hoja de cálculo (PDF). De lo contrario, empieza con tu último presupuesto, haz ajustes basados en los cambios que acabas de describir y vuelve a calcularlo.
Planea pagar tus deudas
Para ayudar a aliviar el estrés de saldar tus facturas y deudas, crea un plan de liquidación que funcione para ti. Al igual que con los ahorros, cada cantidad adicional que pagues de tus deudas te acerca más a una meta de liquidación. Empieza tu plan con una lista de tus deudas, incluyendo saldos y tasas de interés. Evalúa tus metas de liquidación de deudas frente a tus metas de ahorro y empieza por darle prioridad a las metas más cruciales.
Un método para liquidar una deuda es el método de avalancha. Esta estrategia implica liquidar primero las cuentas de crédito con la tasa de interés más alta, lo que minimiza el interés total a pagar. Otro método es el método de bola de nieve, que se encarga primero de tus saldos más bajos, lo que ofrece victorias de liquidación rápidas para mantenerte motivado. Antes de empezar con un método, asegúrate de revisar las ventajas y desventajas para determinar cuál puede ser el más adecuado para ti.
Ahorra algo cada mes
Está bien ahorrar de manera diferente cada mes. A menos que se aproxime un gasto que preferirías evitar agregar a tu deuda, es posible que no necesites ahorrar agresivamente. Sin embargo, intenta no dejar de ahorrar del todo. No quieres perder el impulso de este hábito tan saludable. Establece una cantidad manejable con una de las herramientas de transferencia automática para que los fondos se transfieran automáticamente a una cuenta de ahorros. Apartar algo, sin importar cuán pequeño sea, todavía cuenta como ahorrar.
Usa el dinero inesperado sabiamente
Los ingresos financieros inesperados, como las bonificaciones en temporadas festivas, los regalos de efectivo y por las declaraciones de impuestos, te dan una manera fácil de recargar tu cuenta de ahorros y/o pagar deudas. Estudia tu presupuesto para ver si hay áreas donde algo de efectivo adicional podría hacer una diferencia. Por ejemplo, liquidar una factura o deuda adicional antes de lo planeado inicialmente podría ayudar a aliviar presiones futuras en tu presupuesto. Además, cualquier cantidad adicional que puedas meter en tus ahorros puede ayudarte a alcanzar tus metas antes.
Otra fuente a tener en cuenta son las recompensas de las tarjetas de crédito que obtienes de los gastos en temporada de fiestas. Puedes aprovechar los puntos acumulados para obtener reembolsos en efectivo o descuentos en compras futuras, como gastos de viaje para las vacaciones de primavera. Estos incentivos pueden ayudar a maximizar el valor de tus compras.
Incluye tus refrigerios en tu presupuesto
Entre tantos viajes, compras y reuniones con amigos y familiares durante la temporada de fiestas, comer afuera con más frecuencia no es inusual. Sin embargo, si eso llevó una gran parte de tu presupuesto, ahora puede ser un buen momento para reevaluar tus planes de comidas antes de que se convierta en un hábito más difícil de cambiar. Asigna algunos fondos en tu nuevo presupuesto para salir a cenar, pero busca maneras de ahorrar, como empacar almuerzos, planificar comidas y menús económicos, para ayudar a reducir tus gastos en comida.
Cancela suscripciones para no gastar de más
Los gastos que se salen del presupuesto no siempre son cafés con leche y almuerzos. A menudo, los pequeños gastos recurrentes pasan desapercibidos, pero pueden acumularse. Revisa tus estados de cuenta bancarios y de tarjeta de crédito para buscar cargos recurrentes y decide si vale la pena seguir con ellos. Cancelar aquellos que proporcionan poco valor y cambiar a dónde va el dinero podría tener un impacto significativo en tu presupuesto y ayudarte a alcanzar tus metas financieras.
Empieza hoy mismo a ajustar tu presupuesto para que puedas empezar el año nuevo en una buena trayectoria financiera.