Darles una mesada a tus niños tiene múltiples beneficios. Una mesada puede enseñarles cómo funciona el dinero y ayudarles a comprender que las cosas tienen un precio. Entonces, ¿qué cantidad les enseña estos principios del dinero a tus niños, sin costarte mucho y sin ser demasiado para que lo puedan manejar? Estos son algunos consejos que pueden ayudarte a planificar el dinero de bolsillo de tu niño y presentar el concepto de gratificación demorada.
¿Cuándo empiezo?
Sabrás que tu niño está listo para manejar una mesada si entiende el concepto de intercambiar dinero por bienes y servicios, y puede determinar los valores de diferentes monedas y billetes. Usar dinero falso para jugar algunas rondas de la "tienda" puede ayudarte a determinar si están listos o no y pasar un tiempo de calidad juntos.
¿Cuánto les doy?
Quizás el aspecto más desafiante de las mesadas es decidir cuánto es apropiado para cada edad. Como es de esperar, hay muchas opiniones sobre lo que funciona mejor. Naturalmente, la mejor es la que funciona para ti y tu niño.
Piensa en las expectativas que tienes sobre cómo tu niño debería usar su mesada. Por ejemplo, ¿quieres que tu niño pague por sus propios boletos o solo por dulces y videojuegos en el cine?
Una mesada debería ser suficiente para cubrir ciertos gastos acordados y también darle a tu niño la oportunidad de ahorrar o compartir algo de dinero.
Intenta darle a tu niño un dólar por semana por cada año de edad. Si sientes que eso les da demasiado dinero (¿un niño de 7 años realmente necesita $28 por mes?), considera reducir la cantidad a la mitad. Para maximizar las oportunidades de aprendizaje y ahorro, dale a tu niño la mitad de su mesada semanal y pídele que ahorre la otra mitad en una cuenta de ahorros o alcancía.
Aprovechar al máximo una mesada
Una vez que hayas decidido una cantidad adecuada para la edad de tu niño y tus expectativas de gastos, hay algunas cosas más para tener en cuenta:
Sé constante: Debes intentar pagar una mesada el mismo día de cada semana. Ten cuidado y se prudente cuando tu niño pida dinero adicional o un adelanto de su mesada. Si tu niño sabe que recibirá fondos adicionales con solo pedirlos, tendrá menos incentivos para aprender a administrar sus gastos. Todos aprendemos por prueba y error, y sentir esa pequeña molestia de quedarse sin el dinero de la mesada por una semana es una manera poco arriesgada de promover la toma de decisiones responsable.
Recompensa por esfuerzo adicional: Ya sea que creas o no que esa mesada debería estar vinculada a las tareas del hogar, considera darle a tu niño una "bonificación" por ir más allá. Cuando hagan tareas adicionales o participen de nuevas maneras, agrega un poco de efectivo adicional a su mesada. Esto puede ayudar a tu niño a prepararse para la fuerza laboral y aprender el valor de trabajar intensamente.
Promueve el ahorro: Considera ayudar a tu niño a dividir su mesada en gastos, ahorros y compartir “grupos” que sean consistentes con sus propias creencias sobre el uso del dinero. Categorizar adónde va el dinero puede presentar a los niños maneras básicas de administrar su dinero y destrezas para hacer presupuestos. Promover el ahorro temprano puede ayudar a los niños a desarrollar hábitos y comportamientos positivos que les servirán en la vida. Una buena imagen es un tablero de visión. Crea un tablero junto con representaciones visuales de sus metas. Ya sea un vehículo nuevo, un sistema de juegos o el teléfono celular más reciente, tener sus metas frente a ellos puede mantenerlos motivados.
Haz que acumular dinero sea un hábito. A medida que tu niño crezca, considera aumentar su mesada según su edad. Este aumento puede motivarlos a buscar oportunidades para aumentar continuamente sus ingresos en el futuro. Si su mesada o ingresos cambian significativamente, considera revisar sus gastos y ahorros y habla sobre posibles cambios.
Si escoges darle una mesada a tu niño, le estás dando la oportunidad de aprender lecciones financieras valiosas. Crea un sistema que funcione para ti y tu niño y aprovecha al máximo la oportunidad de crear un vínculo y enseñarle al mismo tiempo.