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La vuelta al mundo en 80 horas, con los puntos de Chase Ultimate Rewards®

Descubre cómo un restaurante de Seattle, ganador de 3 premios James Beard, invierte en su gente sin gastar un centavo.

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    En 2007, Brian y Mark Canlis se convirtieron en la tercera generación en tomar las riendas de Canlis, un conocido restaurante de Seattle. Decir que había mucha presión y expectativas extraordinarias sería decir poco.

    “Cuando nuestro abuelo Peter abrió el restaurante en 1950, quería que fuera el mejor restaurante del mundo”, dice Brian. “Quería ser famoso y ser el mejor, y así fue”.

    El primero de los Canlis se codeó con celebridades de primer nivel, incluyendo John Wayne, Sophia Loren y Rita Hayworth. Su menú original incluía cocina polinesia, preparada por un chef ejecutivo procedente de China y servida por camareros japoneses. Con su local de alta gastronomía, Peter Canlis alcanzó el éxito mundial. Cuando Brian y Mark entraron en escena después de que sus padres administraran el negocio durante 30 años tras el fallecimiento de Peter, decidieron que era hora de hacer cambios.

     

    ""Cuando nuestro nuevo contralor financiero llegó al equipo, nos reunió y nos dijo, seriamente: 'Gastan mucho dinero en viajes y no tienen una tarjeta de crédito de la compañía'"."

    – Brian Canlis, presidente de Canlis

     

    Tarjetas de crédito para negocios Chase Ink


    Una manera de llevar a Canlis al mundo

    Como muchas buenas ideas, la inspiración les llegó durante la cena. Brian recordó una cena en El Bulli, en España, cuando era más joven, y cómo la experiencia cambió su forma de pensar sobre la comida y el servicio. Si una visita a un restaurante podía tener un impacto tan profundo, ¿qué pasaría si visitaran más restaurantes en otros países? Así que, en lugar de traer el mundo a su cocina y su comedor, como hizo Peter Canlis, Brian y Mark decidieron que saldrían al mundo y se traerían sus experiencias de vuelta a su restaurante.

    Pronto empezaron a viajar a los restaurantes más reconocidos en cada rincón del mundo, tachando cosas de su lista de tareas pendientes y tomando un montón de notas. Los hermanos empezaron a darse cuenta de que estas experiencias gastronómicas alimentaban algo más que su apetito por la cocina internacional: también impulsaban el éxito de su propio negocio.

     

    Arranca un nuevo programa

    “Creemos que comer en los mejores restaurantes del mundo es la mejor educación en la que podríamos gastar nuestro dinero”, dice Brian. “Y sin embargo, el problema era que mi hermano y yo éramos los únicos que nos beneficiábamos, y nos parecía algo corto de miras”.

    Así que un año, antes de Navidad, Brian y Mark reunieron a las 6 personas de su equipo ejecutivo y les preguntaron: “¿les gustaría si les lleváramos a cenar a cualquier restaurante del mundo? Ustedes escogen el restaurante y nosotros les llevamos en avión con otro compañero del equipo”.

    Y así nació La vuelta al mundo en 80 horas.


    Participantes remunerados

     

    Se dividieron en cuatro equipos de dos personas, Mark y Brian incluidos, y empezaron a probar la idea. Los viajes salieron caros: vuelos, hoteles, cena… todo sumaba. “Y aun así, regresamos e hicimos informes sobre estos restaurantes, y cambió por completo nuestra compañía”, dice Brian.

    En nuestras reuniones estratégicas salían a relucir las diferentes maneras de dar servicio, platos con los que experimentar y el ambiente de algunos de los restaurantes más icónicos del mundo. Estos viajes no eran vacaciones: eran inversiones en innovación por parte de Canlis,

    y era una inversión importante, pero que estaba dando sus frutos rápidamente. Brian y Mark no se dieron cuenta hasta su próxima contratación:

     

    una nueva persona de contacto, alguien que cambiaría las reglas del juego.

    Justo cuando los hermanos Canlis pensaron que el programa no podría ser más exitoso, llegó una nueva sorpresa. Poco después de contratar a su nuevo director financiero para supervisar la contabilidad de Canlis, se dirigió a ellos con una observación: “Si adoptaran la estrategia de escoger una tarjeta de crédito para la compañía y cargar ahí todos los gastos, entonces podrían financiar su programa La vuelta al mundo en 80 horas sin tener que utilizar su capital”. Con esto se ganó rápidamente el nuevo título de experto en puntos.

    Crear el programa de capacitación del restaurante, La vuelta al mundo en 80 horas, y luego encontrar una manera de financiarlo por completo usando los puntos de Chase Ultimate Rewards, fue un movimiento clásico de Canlis: cambiar las prácticas de su negocio para agregar otro nivel de innovación a uno de los restaurantes más antiguos y con más historia de Seattle.

    Brian recuerda el momento: “Y entonces, él analiza toda la situación, regresa y nos dice: ‘Las mejores tarjetas, sin duda, son las tarjetas de crédito Ink de Chase.’” Sin pensarlo dos veces, los dos hermanos decidieron solicitar su propia tarjeta de crédito para negocios Ink®. El director estableció la tarjeta de crédito Ink como el método principal de pago para todos los gastos del negocio con sus proveedores.

    “Un año después, nuestro director financiero llega y dice: ‘Pues tenemos un millón y medio de puntos, ¿adónde quieren ir?’”, recuerda Brian.

    Aprendieron a usar bien sus tarjetas de crédito y pronto descubrieron otras oportunidades para ahorrar en costos. Para aprovechar los beneficios de las recompensas, el equipo de Canlis solo se hospedó en hoteles Hyatt por su asociación con Chase. “Ahora estos viajes los financiamos por completo con puntos, lo que nos ha dado la libertad de sentirnos bien al hacer estos viajes incluso en años con finanzas más ajustadas”, dice Brian.

     

    Un viaje justo a tiempo

    Todo iba muy bien. Otro viaje quedaba registrado, y Canlis acababa de ser nominado para otro premio James Beard, esta vez para la Hospitalidad Sobresaliente. Pero poco después de que Brian regresara de un viaje a Corea del Sur en febrero de 2020, sabía que su industria, y el mundo, podrían estar en problemas. Otro viaje global había proporcionado perspectivas útiles y una manera diferente de hacer negocios. Pero esta vez las lecciones aprendidas llegarían a un público mucho más amplio.

    “Recuerdo haber visto Seúl y haberme sorprendido con el uso de la mascarilla”, dice Brian. “Todos los lugares turísticos estaban vacíos. Y pensamos: ‘Guau, ¿cómo puede ser la pandemia algo tan drástico?’ Así que eso nos hizo prestar más atención”.

    De regreso en Seattle, los hermanos Canlis empezaron a trabajar en un plan de contingencia en caso de que las condiciones empeoraran. “Fuimos el primer restaurante del país en anunciar el cierre y el primero en anunciar nuestra reapertura como un concepto diferente”, dice Brian. En marzo de 2020 se apagaron las luces del comedor y en su lugar iniciaron un experimento con pedidos de comida para llevar.

    Brian reconoce que su último viaje de La vuelta al mundo en 80 horas a Corea del Sur en febrero de ese año fue uno de los motivos por los que Canlis pudo rápidamente cambiar de rumbo, mantener a su personal y seguir prosperando a pesar de tener que cerrar su comedor durante casi 500 noches consecutivas.

     

    Rumbos y puntos

    Anticipándose al parón por COVID-19, Canlis trabajó intensamente con Tock para convertir su plataforma existente de reservaciones en una manera de ofrecer nuevas opciones de comida para llevar y con entregar a domicilio. Los hermanos Canlis sabían que otros restaurantes se enfrentaban a muchos de los mismos problemas al cambiar de rumbo sus operaciones, así que se les ocurrió una idea: “Ayudamos a crear el proyecto Tock To Go, y luego lo usamos sin cesar, porque sin él no podríamos haber pasado la pandemia como lo hicimos”, dice Brian. Con Tock, podían llevar experiencias de alta gastronomía directamente a los hogares de los clientes. Para muchos restaurantes, eso fue un salvavidas.

    Después de descubrir el poder de los puntos con La vuelta al mundo en 80 horas para luego pivotar a un modelo de comida para llevar, los hermanos Canlis descubrieron una nueva manera de traducir puntos en experiencias. Durante un tiempo en el que eran menos las personas que viajaban debido a la pandemia, se inició el programa Chase Dining℠, que permitía a los titulares de tarjetas usar sus puntos de Ultimate Rewards para algo más local: nuevas experiencias culinarias.

    Lanzado en octubre de 2020, Chase Dining ofrecía la capacidad de usar puntos para pagar reservaciones, comida para llevar y experiencias en toda la red de restaurantes de Tock en todo el país, que incluye Canlis y otros locales importantes para la comunidad.

    “Es como una criptomoneda”, dice Brian. “Oíamos decir a los invitados que para ellos era muy emocionante tener sus puntos, como una billetera repleta, y descubrir nuevas maneras de utilizarlos. Estar en el programa de Chase Dining dentro de Ultimate Rewards también nos conectó con una clientela totalmente nueva, que no sabía sobre Canlis o a la que no se le había ocurrido ir a comer a Canlis. Pero ahora se lo pueden permitir, o pueden tenernos en mente porque hay una manera diferente de pagarlo. Eso es increíble”.

    A medida que el mundo continúa cambiando, también lo hará Canlis, ya sea a través de nuevas maneras de canjear puntos y hacer transacciones de negocios o nuevas opciones para que las personas puedan disfrutar de la alta gastronomía. La creatividad siempre está en su menú.

     

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