Manual para el emprendedor aventurero

Ser emprendedor es un concepto sencillo: Es el proceso de convertir una idea en un negocio. Acuñada por el economista irlandés-francés Richard Cantillon en el siglo XVIII, la palabra "emprendedor" proviene de la palabra francesa entreprendre, que significa llevar a cabo algo o dar comienzo a algo.

Esa definición encaja bien porque la esencia de ser emprendedor es poder imaginarse un producto o servicio, encontrar la motivación para convertirlo en realidad y tener el ingenio para superar cualquier obstáculo mientras lanzas tu negocio.

¿Cuáles son los principales tipos de emprendimiento empresarial?

Si aspiras a ser emprendedor, es útil saber cuáles son los distintos tipos de emprendimiento que existen y, en general, dónde encajarían tus ideas en el panorama empresarial. Aunque cada empresa emergente es única, aquí verás algunas de las categorías de emprendimiento más comunes:

• Emprendimiento de pequeños negocios: crear un negocio pequeño o local, como una tienda física, una tienda por Internet, un negocio de servicios personales o una imprenta para autores de autoedición. Como propietario, sientes la independencia y la satisfacción de estar al mando.

• Emprendimiento emergente escalable: crear un producto o servicio que pueda conseguir un crecimiento exponencial, respaldado por un modelo de negocio que te permita tener una presencia importante en tu sector.

• Emprendimiento de grandes empresas (también conocido como "intraemprendimiento"): lanzar nuevas líneas de productos, iniciativas o divisiones dentro de una empresa existente. Este enfoque te permite innovar y tener un impacto sin tener que crear una empresa desde cero.

• Emprendimiento social: fundar una compañía impulsada por objetivos claros que aborde un problema social que quieres ayudar a resolver. La idea es tener un impacto positivo en el mundo y, al mismo tiempo, generar ganancias para que puedas seguir teniendo ese impacto.

• Emprendimiento innovador: crear nuevos productos o servicios de vanguardia que se anticipen a las necesidades frustradas del consumidor. Tu objetivo es moldear el futuro a través de la creación y dejar huella en los sectores existentes en cada paso.

¿Quién puede ser emprendedor?

Hoy en día, cualquier persona puede convertirse en emprendedor si empiezan un nuevo negocio, generalmente con la creación de un concepto innovador y asumiendo ciertos riesgos financieros. Los elementos clave son una mezcla de ideas excelentes, valor para perseguirlas y flexibilidad para aprender y crecer a través de pruebas y éxitos.

Los emprendedores provienen de distintos orígenes, edades y niveles educativos. Algunos empiezan un negocio en una residencia universitaria, mientras que otros se lanzan a ello después de jubilarse de una larga vida profesional.

Independientemente de dónde y cuándo den su primer paso, los emprendedores que alcanzan el éxito tienen cosas en común:

• Creatividad: talento para desarrollar nuevos productos, servicios o formas de hacer negocios.

• Motivación: un fuerte deseo de lanzar un negocio y hacer que prospere.

• Ingeniosidad: talento para conseguir los fondos, las herramientas y los socios necesarios para dar el primer paso.

• Tenacidad: la determinación para superar cualquier desafío.

• Flexibilidad: la capacidad de adaptarse a los cambios en el mercado y cambiar el rumbo cuando sea necesario.

A lo largo del proceso de desarrollar una idea, reunir los fondos para ponerte en marcha y atraer a tus primeros clientes, necesitas una combinación de mentalización y aptitudes para ser emprendedor. Pero si todo te sale bien, la satisfacción puede ser incalculable e incluso puede cambiarte la vida.

¿Dónde encuentran los emprendedores sus ideas para un negocio?

Muchos emprendedores se inspiran para crear un negocio cuando están ante una necesidad frustrada o una carencia en el mercado. Tu propio momento de inspiración tal vez haya surgido de algo personal que te ha pasado como consumidor. O puede haber provenido de una idea sobre una manera única de atraer a un tipo de cliente.

Brian Scudamore vio lo frustrante que es coordinar la eliminación de basura, un proceso que requiere mucho tiempo y dinero. Lanzó 1-800-GOT-JUNK? para ofrecer un proceso conveniente y de confianza para deshacernos de la basura. A partir de esa sencilla idea, Brian creó un negocio considerable de franquicias en toda Norteamérica.

Otros fundadores de negocios los lanzan porque tienen un proyecto apasionante al que quieren dedicarse a tiempo completo. Quizás lleves años dedicado a una artesanía o actividad y ahora te estés preguntando si puedes ganar dinero con tu pasatiempo.

Eso fue lo que hizo Christina Stembel cuando convirtió su amor por las flores frescas en un exitoso negocio por Internet. Christina llevaba tiempo elaborando ramos como un pasatiempo y regalándoselos a sus amigos, pero quería llevar su arte a un público más amplio. El lanzamiento de Farmgirl Flowers como una startup de comercio electrónico le dio la plataforma perfecta y, con el tiempo, ayudó a Christina a dejar su trabajo y enfocarse en el crecimiento de su marca floral.

Sea cual sea su inspiración, parece que todos los emprendedores que alcanzan el éxito terminan haciendo lo mismo: canalizan la visión que los hace únicos para lanzarse al mundo con el producto ideal y en el momento oportuno.

¿Dónde consiguen los emprendedores el dinero para poder empezar?

Uno de los primeros obstáculos importantes del emprendimiento puede ser encontrar los fondos para empezar. La mejor fuente para financiar un negocio depende de factores como cuánto dinero necesitas, la etapa en la que está tu negocio y si quieres renunciar a cierta participación como propietario.

Estas son algunas de las fuentes de financiación más comunes:

• Ahorros personales: el camino más sencillo de financiación para un emprendedor es poner su propio dinero. Lo mejor de esta opción es que no tienes que convencer a nadie más para que inviertan.

• Préstamos para negocios: los emprendedores pueden tomar dinero prestado de bancos o prestamistas en forma de líneas de crédito o préstamos para negocios. A cambio, te pedirán tener buen crédito y te cobrarán intereses.

• Un ángel inversor: la gente que tiene mucho dinero puede proporcionar inversiones pequeñas, normalmente en las primeras etapas del negocio. Asumen un riesgo mayor, pero quieren una participación como propietarios.

• Capitalistas de riesgo (VC): los grandes inversores institucionales pueden proporcionar grandes inversiones para el crecimiento en una etapa posterior. Es más probable que financien ideas escalables, y también querrán capital.

• Microfinanciación colectiva: con el producto y enfoque adecuados, los emprendedores pueden recaudar pequeñas cantidades de dólares de un grupo grande de patrocinadores individuales por Internet. Una de las ventajas es que permite a los emprendedores conectar con sus clientes objetivo desde el principio.

Como emprendedor, saber qué opciones existen te permitirá escoger el enfoque de financiación más adecuado para tu visión y tus metas.

Veamos el ejemplo de Sarah Blakely: Cuando fundó su negocio Spanx, lo puso en marcha con $5,000 de su propio bolsillo. Desde el principio, esto le obligó a vigilar el gasto en sus operaciones, pero también le permitió a Sarah llevar las riendas de la compañía. El éxito no tardó en llegar. Después de alcanzar los $4 millones en ventas el primer año, Sarah obtuvo un préstamo bancario para que Spanx pudiera seguir expandiéndose.

Otros emprendedores recurren a inversores externos, como hizo Hamdi Ulukaya cuando compró una fábrica abandonada para lanzar su marca de yogures Chobani. A pesar de enfrentarse a una buena dosis de escepticismo sobre la popularidad del auténtico yogur griego, Hamdi consiguió los préstamos que necesitaba para mantenerse a flote hasta que logró asociarse con un importante distribuidor de alimentos. Contar con el capital suficiente para distribuir su producto le permitió a Hamdi arrasar en la sección de lácteos de los supermercados.

¿Cómo ponen sus negocios en marcha los emprendedores?

Emprender se trata de convertir ideas en realidad. Pero después del impulso inicial que te ayuda a empezar, necesitas una planificación y preparación exhaustivas para determinar si tu gran idea se evapora o toma fuerza. Cada nuevo emprendimiento de negocios sigue un camino diferente, pero para el emprendedor suele ser así:

• Identifica una oportunidad de negocio. Busca algo que falte en el mercado o concibe una idea innovadora. Una vez que hayas dado con tu gran idea, una planificación y preparación cuidadosas pueden darle a tu startup la mejor oportunidad de triunfar.

• Crea un plan de negocios. ­Empieza por escribir una descripción del negocio para delinear tus metas y tu estrategia. Averigua todo lo que puedas de la competencia. Decide cuánta financiación vas a necesitar y de dónde va a provenir. Tener los detalles de tus proyecciones financieras demuestra que has hecho tu tarea.

• Obtén financiación. Muchos emprendedores hacen una autofinanciación de su primera empresa con ahorros personales. Otros buscan financiación externa, como préstamos para pequeños negocios o inversiones de un ángel inversor. Si presentas tu plan de negocios con un argumento convincente, puedes resultar interesante para aquellos que podrían estar dispuestos a respaldar tu idea.

• Lanza y crece. Crea una red sólida de contactos para encontrar mentores que sepan proporcionar asesoramiento a empresas emergentes. Recluta a gente con talento para tu equipo. Mantén el enfoque en tu público objetivo para poder hacer una comercialización eficaz en torno a sus necesidades.

¿Por qué necesitamos emprendedores?

El emprendimiento contribuye al crecimiento económico, inyectando energía y dinero en las distintas industrias y comunidades. El papel del emprendedor es discernir las necesidades del mercado, luego tomar los riesgos necesarios para llevarles nuevas ideas a los distintos públicos y al mismo tiempo crear empleo y oportunidades.

Muchos emprendedores no solo están haciendo realidad sus sueños personales. Algunas personas que fundan un negocio quieren conseguir algo que va más allá de las ganancias; lanzan compañías impulsadas por la pasión y con un compromiso por el cambio social. Pero dondequiera que el emprendedor encaje en el mundo comercial, su presencia aporta distintos beneficios sociales y económicos:

• Creación de empleo: las empresas emergentes contratan a personas para desarrollar, fabricar, comercializar y vender sus productos, dando lugar a nuevas oportunidades de empleo e incluso carreras profesionales.

• Innovación: los emprendedores a menudo introducen ideas, tecnologías, productos, servicios y formas de pensar que no existían antes, impulsando tanto el negocio como la sociedad.

• Crecimiento económico: las startups exitosas aumentan la productividad, las inversiones, el consumo y más, lo que puede hacer que las economías locales y todos los sectores comerciales tomen fuerza.

• Competencia: más compañías significa más opciones para los consumidores a través de la competitividad, la eficacia y las distintas dinámicas del mercado.

• Impacto social: los emprendedores pueden lanzar iniciativas con las que atender las necesidades de la comunidad, impulsadas por un propósito y para llevar un cambio positivo.

• Creación de patrimonio: las compañías que prosperan pueden acelerar la creación de activos, capital y patrimonio personal a través de participaciones de propiedad.

¿Cómo puedes convertirte en emprendedor?

No hay reglas ni fórmulas preestablecidas para el emprendimiento. La historia de un emprendedor podría desarrollarse a lo largo de varias décadas, mientras que otras pueden transcurrir de la noche a la mañana. Algunas ideas pueden surgir de un pasatiempo, otras para satisfacer una necesidad frustrada.

Brian Scudamore convirtió su servicio de transporte de basura en la exitosa marca 1-800-GOT-JUNK? mientras que Farmgirl Flowers de Christina Stembel encontró una manera de hacer entregas de flores frescas y sostenibles a un precio accesible.

La empresa Spanx de Sarah Blakely creó opciones elegantes de ropa moldeante para mujer, y alteró la industria de la moda. Y Chobani, de Hamdi Ulukaya, produjo un nutritivo yogur griego que los consumidores no sabían que necesitaban hasta que lo probaron por primera vez; después ya no dejaron de probarlo.

Como muestran sus diversas historias, convertirse en emprendedor requiere creatividad, motivación y perseverancia. Si das el salto hacia el emprendimiento empresarial, te unirás a las filas de lo que, ya en el siglo XVIII, Richard Cantillon denominó “los atrevidos esenciales”.

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